Creo que este es el tercer escrito que publico por estos lares, tenía ganas de subir algo como esto. Debo de admitir que hay algunas cosas que no me cierran del todo pero creo que es cuestión de practica y de tiempo. Así que lo que van a leer es la versión que tengo hasta la fecha.
El texto/cuento breve nace de la noticia de la baja en la matrícula de mi colegio(uno monstruo, tipo cursamos como 2500 personas), muchxs se tuvieron que cambiar de turno o incluso, en los peores casos, dejaron el colegio para irse a trabajar. El año pasado había sucedido algo parecido pero fueron muchos menos, les juro que fue drástica la baja. Escuchar eso en la reunión plenaria me sumió en una profunda tristeza. Mi secundaria era una de las muchas de las que iban/van a sufrir el cierre de la sec. para adultos, el FINES. Pongo la barra en el tiempo verbal porque todavía eso se está debatiendo... No sé a ustedes, pero a mi me re moviliza que un montón pierdan el derecho de estudiar. Me moviliza, me entristece y me enoja. Todo al mismo tiempo. La educación NO es negociable y tampoco se debe recortar.
Futuro por pasado
Escucho el chirrido de las
sillas, ¿lo recordás? Cambió, es diferente. Veo los pasillos cada vez menos
intervenidos, cada vez más ajenos, ¿los recordás? ¿Podés recordar también el
poluleo de los soñadores en el horario de cursada? Ya no es como antes, acá hay
algo que no es nuevo porque tiene mucho olor a viejo, a algo que ya sufrimos.
Recuerdo en los ojos la
alegría, muchos destellos de corazones abiertos y brillos como los que trae el
progreso. Tengo que decírtelo: ya no los veo. Sí, ya sé que hay corazones
abiertos, alegría y algún que otro progreso, pero no es lo mismo: acá eso no
vibra en todos los corazones ni se muestra en todos los ojos, menos
continuamente, menos aún todos al mismo tiempo. Me encantaba recorrer los
pasillos y encontrar que todos los ojos estaban brillando y emanaban esos tres
condimentos fundamentales: progreso, corazón abierto y alegría.
¿Qué pasó que perdimos todo
eso? ¿Qué pasó con las sillas que ya no chirrean, con los pasillos que se
volvieron ajenos? ¿Y qué pasó con la alegría? Que no nos la quiten, que no
terminen de hacerlo. ¿Qué pasó con todas las otras cosas? El bullicio feliz de
los intermedios, la música compartida que salía de los equipos y de los
corazones. ¿Qué pasó con todo eso? Compañeros, nos han robado a mano armada y
no están ni presos ni muertos. Nos han robado la alegría y nos han robado el
futuro, pero ni siquiera tienen sanción. ¿Media falta? ¿Amonestación? ¿Llamado
de atención? Nada, ni un poco.
A nosotros nos encarcelan,
nos llevan si hacemos robos nimios comparados con los que hacen ellos. Si
llegamos tarde a una clase, nos pasan media falta, pero si ellos llegan tarde a
una paritaria, no pasa nada. Si insultamos, nos amonestan, pero a ellos ¿quién
los amonesta cuando nos insultan la dignidad? Exacto, nadie. Y cuando de todo
esto nos damos cuenta, ¿qué más queda? Un llamado de atención, algo masivo
donde el pueblo esté. Y eso ni siquiera funciona porque lejos de ser
escuchados, nos declaran sin voz ni voto. En este momento somos subversivos, y
entonces, en vez de palabras y diálogos, llegan gritos, pero son de terror y
son nuestros porque llegan camiones, motos y palos que no reprimen las mentiras
ni las traiciones, nos reprimen los
cuerpos, los sueños y las voces.
No, definitivamente nada es
lo mismo. Todo cambió cuando de a poco se fueron vaciando las sillas a mi lado
y ya no se sintieron ni las alegrías ni los chirridos ni los bullicios.
De a poco, nuestras
escuelas se fueron vaciando por necesidades insatisfechas que a la larga nos
entierran el futuro. Sueños hechos
trizas. Sueños muy altos que se fundieron en una pila de platos. Sueños que se
drenaron en alcohol de la misma forma en la que se está drenando nuestra
educación.
Acá se respira pasado. Se huele el granero, pero ¡ojo! No cualquiera:
el granero del mundo. Porque si algo bueno hay en todo esto, es que,
finalmente, a pesar de todo, como anhelamos desde hace tiempo, volvimos al
mundo: vendemos hasta nuestros limones… Ah, no, pará: eso tampoco.
Espero que les haya gustado.
Nati
<3
Ay Naty, que lindo que lindo que lindo, no sé si termina de entrar en la categoría de cuento, no importa en todo caso, las comparaciones que usas y las conexiones para unir cada tema son brillantes. Me gusto mucho mucho muuuuuuuuucho (nota las muuuchas "u")
ResponderBorrarjajaja! Clá, no sabía bien cómo catalogarlo por eso lo de escrito/Texto jaja
BorrarMe alegra que te guste!
¡Hola hola!
ResponderBorrarDe verdad que es precioso! Enhorabuena
🐾Te espero por el rincón de mis lecturas, un besote
Gracias!
BorrarNos leemos!
Está muy bueno. Me gusta desde dónde lo encaraste y que dejaste fluir el idioma como nosotros lo hablamos. No sé si diría que es un cuento o no, porque de ficción hay poco, pero eso no quita que esté muy bueno.
ResponderBorrarHola Nati, en este momento me siento triste y enojada al mismo tiempo, acabo de enterarme de la posible cancelación del fines. No me gusta nada estoy cambios que están surgiendo, de a poco nos van quitando el derecho a la salud y a la educación :(
ResponderBorrarMe gustó mucho el relato, me copa que hables de estos temas serios :) Un beso.
¡Hola Naty!
ResponderBorrarYo lo llamaría narración, cuento se le suele llamar a la ficción como mencionaron arriba (cosa que no es cierto ya que es cierto).
Te juro que me ha fascinado tu forma de enlazar ambos contextos para transformarlos en uno y demostrar la triste realidad que acontece.
Nos quitan nuestros derechos, no vayas con capucha porque seguro sos un ladrón/na. Si cobras un plan porque no ganas lo suficiente, sos un planero. La beca progresar ya no existe como tal. Tendrías que cursar mínimo cinco materias para cumplir los requisitos, y por la experiencia propia que paso este cuatrimestre te puedo decir que es agotador. Imaginate si fuera así todos los años. Y ni aún así porque están las correlativas (materias que necesito aprobar/promocionar para hacer otras). Es su forma de "quedar bien" del tipo yo te doy el beneficio pero como no aplicas para los requisitos...
Seguí escribiendo como lo estás haciendo, y si llegara a surgir un comentario negativo (ya sabemos de qué tipo), no prestes atención. Cada uno sabe cómo está su heladera, como nos dijeron "futuro por pasado".
Saludos <3
¡Hola! Me gustó mucho lo que escribiste <3
ResponderBorrar¡Felicidades por el buen texto! Un beso
Hola Nati!
ResponderBorrarMuy bueno lo que escribis! me resultó precioso como conectaste todo y como lo enfocaste. ¡Seguí así!