It's Agnès, i'm in love


 Como es re bien sabido por estos lares, amo determinantemente a Agnès Varda y a toda la producción que vi de ella. Pese a eso, pensándolo un poco, no reseñe casi ninguna de sus pelis: algunas están en borrador desde hace meses.

 En febrero escribía esto: Hace muy poco que anunció que se iba a retirar del cine, ya con sus 90 años, pero que a pesar de eso, iba a seguir haciendo a través de las artes visuales. Entiendo completamente que ya sea grande, que tenga ganas de mudar a otro formato y todo eso, aún así me duele un poco y todavía no caigo. Pensar que hace relativamente poco que la conozco y que me enamoré completamente de todo lo que hace sentir en sus obras. Tanto ella como sus obras son realmente amorosas, preciosas y, a esta altura, imprescindibles. Es increíble como en un mes solamente cambió tanto la situación. Ayer amanecimos con la noticia de que esta grande había fallecido, aunque, como dice Laura Devetach, no es bueno quedar para semilla y, agrego, más si en la vida hemos hecho cosas y la hemos vivido plenamente.  Cuando anunció que se retiraba de la producción cinematográfica, lanzó su última película-documental, Agnès par Varda, con la que ganó un premio de la Selección especial del Festival de Berlín. En este largometraje recorre su obra y su experiencia en el cine, al menos por las sinopsis y posteos que leí, aunque conociéndola va a ser mucho más que eso. Todavía no se estrenó acá, pero ni bien sea, ahí esteremos.
 Desde que la conocí en 2017 con Visages Villages, no  paré de descubrirla y descubrir la luz y el amor en su arte. Me gusta decir que con ella entendí realmente, fuera de toda teoría y meramente con el sentir, qué es el arte. Lo entendí en las venas, en el corazón, en el alma. No hizo falta que nadie lo explicara, estaba ahí vibrando.  Agnès  es mucho más que una persona: es arte, es sentimiento, es política, es amor en estado puro...

 Es una de las fundadoras de la Nouvelle Vague(Nueva Ola) que fue un movimiento de los cineastes franceses de los 50 que cuestionó y revolvió todo lo impuesto al cine del país( y del mundo), tanto temáticas como el modo de realizar un filme o contar una historia. Sin duda, a Agnès le debemos mucho más que sus películas e historias(y todos los sentimientos que nos provocaron), le debemos mucho del cine actual. Ella, con y por su rebosante amor por la vida,  pudo revolucionar el mundo; al menos en lo que al cine respecta. Particularmente diría que revolucionó corazones, amores y personas, ya que toda la pasión y toda la energía que descarga en sus filmes es tan impresionante que no sabe de fronteras, distancias o tiempo. Por estas cosas, será siempre eterna y vivirá en cada alma que se deje maravillar y tocar con su magia.
"Los documentales son tan válidos para expresar sentimientos como la ficción. Además me interesa mucho más trabajar con personas reales que con actores. Pasar horas y días enteros con ellos para que puedan decir lo que quieren decir, incluso aunque estén equivocados." Agnès Varda. 

 Se dice que fue una pionera dentro de lo que se considera el cine feminista, y aunque sin duda lo fue porque incluyó la mirada de mujeres al hacer cine y contar historias,  no sería justo dejar de contar ahí. Ella tenía una inmensa consciencia de género y se declaraba feminista con toda la razón del mundo, pero veía todo de esa forma porque buscaba la justicia social transversalmente. Como creía en la justicia social, las desigualdades la revolucionaban y con sus herramientas hacía. Decir que sólo era feminista, es quedarse corte.

 Si bien todas sus obras tienen algo para decir o para reflexionar sobre género(fuera de joda: hasta un mediometraje que hizo en Cuba cuatro años después de la Revolución), voy a seleccionar una para que la "prioricen" dentro de su gran lista de producciones. La obra con más temática de género que rescato de ella es Una canta y la otra no (que recomendé en el segundo top de pelis feministas) que trata las maternidades, la sororidad, el aborto legal y la lucha en Francia, la libertad sexual, entre muchos, muchos temas. Es una de sus pelis totalmente ficcionadas, sigue la historia de dos chicas: Pomme(unos años más chica) y Suzanne(ya madre). Pomme ayuda a costear un aborto y la ayuda a pasar un momento muy difícil. Pierden contacto pero se reencuentran 10 años después, luchando por el aborto legal. Y hasta acá me animo a contarles sin spoilearles nada, la trama avanza y nos habla de un montón de cosas, nos enfrenta a decisiones y nos hace entrar sumamente en la piel de estos cálidos personajes.

 Sin dudas sus más de 40 filmes, donde relata y documenta de todo (desde críticas al consumo y al sistema que empobrece a ficciones como Clèo de 5 a 7 donde vemos la espera de una actriz por los estudios para saber si tiene cáncer) conservan su esencia y sus pensamientos. Son un poco de lo que produjo y nos compartió a lo largo de su vida. Y no hay mejor forma de festejar su paso por la tierra que ver su filmografía y experimentar todo lo que ella nos supo hacer sentir.
"Nunca en toda mi vida he respetado las normas y siempre he tratado de borrar las fronteras entre la ficción y el documental, la fotografía y el vídeo y lo digital, el color y el blanco y negro... Me siento artista y cineasta, mezclo las cosas, confundo los géneros, no respeto los formatos, me muevo entre todos los medios de expresión visual. Me gustan las digresiones, exactamente igual que en la vida. No somos máquinas, y hay que dejar espacio a la sorpresa y a las emociones. Se habla a menudo de un "guión sólido", y yo siempre respondo muerta de risa: "Esto es un guión líquido", abierto a los pensamientos evanescentes, que fluye como un río. Detesto la palabra zapping, pero, al mismo tiempo, en la vida vas pasando de un pensamiento a otro, de una acción a otra. Una película no es sólo una estructura organizada, es también materia viva"  
 Hace poco MUBI, una plataforma de streaming de cine más de culto si se podría decir así, lanzó varias de sus películas en una sección que se llama Voilá Varda. Van a estar por un tiempo limitado porque una vez que las suben a la web, tenés 30 días para verlas y no las podés descargar, así que les diría que vayan a chusmear. Creo que con lo que pasó ahora van a añadir más de sus películas de ella a este curioso catálogo, aprovechen porque muchas no se consiguen, ni siquiera se rinden a les más avezades a los Torrents. Desde fines del año pasado, MUBI liberó en solidaridad para les argentines  su servicio por un año, ya que saben de la semejante macrisis y porque elles entienden de la necesidad de la cultura, más en estos momentos. Prueben, pero sino, tienen pruebas por 30 días y les extiendo este regalo de Butaca Ancha por 30 días más.

 Lo mejor que podemos hacer ahora es agradecer que ella vivió tan plenamente y que nos pudo acercar con su hermosa mirada todas esas historias. Murió de cáncer a los 90 años, pero lo pudo llevar dignamente Lo mejor de todo es, quizá, ver que fue reconocida en vida(más recientemente fue la primer mujer en ganar un Cannes, con todo lo que eso implica) y no se esperó hasta la muerte para darle un poco de crédito. Sin dudas, no quedará en el olvido y, por lo menos yo, haré que tenga aún más reconocimiento . Así que ella, que siempre le dedicó odas a la vida, va a estar presente.

 Me encantaría dejar acá una poesía que escribí también en febrero porque tengo la necesidad de dedicársela:


Gracias por la sonrisa,
por el amanecer,
por todos los colores.

Gracias por sembrar vida,
por cultivar en todes nosotres esa semilla,
por la mirada profunda
capaz de desenterrar penas
y por el abrazo sincero
capaz de reflorecernos

Gracias por nutrirnos
Gracias por amar
Gracias por vivir


En otras palabras:
Gracias por el pan.

Natalia Rótolo
25/2/19



Hasta siempre.
Gracias por todo, nuestra querida  Agnès


LEA

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